viernes, 8 de abril de 2016

LA ANDALUCÍA ISLÁMICA: AL-ANDALUS

En el año 711, los musulmanes del norte de África penetran en la península Ibérica venciendo a los visigodos en la batalla de Guadalete. Así se inicia la historia de Al-Andalus que terminará en 1492, con la conquista de Granada por los Reyes Católicos. Los siete siglos de permanencia de los musulmanes dejarán una profunda huella islámica en la cultura hispánica.

Los musulmanes crean un arte propio e inconfundible que se caracteriza por la fusión de rasgos clásicos, bizantinos, persas, cristianos y de cada uno de los pueblos que dominaron, logrando originales y bellas síntesis.

             Urbanismo y arquitectura
La ciudad fue el núcleo de la civilización islámica. Se sitúa en lugares estratégicos y su trazado es irregular con calles estrechas. El corazón de la ciudad es la medina, recinto amurallado, en la que se ubicaban los edificios oficiales y de uso colectivo: la mezquita mayor o aljama, el palacio o alcázar, el zoco o mercado o los baños. Las casas musulmanas son  intimistas con un patio interior y apenas huecos hacia la calle. Fuera de las murallas se situaban los arrabales, barrios autónomos de judíos o cristianos, oratorios al aire libre, lugares de esparcimiento y los cementerios. En torno a la ciudad se extendía una zona de huertas y casas de campo.

La vida musulmana gira en torno a los preceptos coránicos, especialmente la oración común de los viernes (día sagrado), así, la mezquita será el eje del arte islámico. Otras construcciones monumentales son los baños públicos (hammam), los mercados (alhóndigas), las escuelas coránicas (madrazas), los palacios y residencias señoriales (alcázares, almunias) y fortificaciones defensivas (murallas y alcazabas).

Los edificios suelen ser de poca altura, integrados armónicamente en el paisaje o inscritos en el laberíntico trazado urbano. Muestran gran sobriedad exterior reservando el lujo para los interiores. Utilizan materiales pobres (ladrillo, tapial, yeso y madera). Se da un predominio de los volúmenes geométricos, de contenido simbólico, destacando el cubo y la esfera. Los soportes son muros gruesos, columnas y pilares.


Emplean gran variedad de arcos, entre ellos destaca el  de herradura de herencia visigoda y otros como el peraltado, el polilobulado, etc. Las cubiertas presentan gran variación, usando techumbres planas o abovedadas y es singular, la creación en Córdoba, de la bóveda califal o de nervios que no se cruzan en el centro.



Córdoba

La decoración arquitectónica, abundante en interiores repite una temática de motivos vegetales estilizados (atauriques), cintas entrecruzadas (lacerías), alicatados de cerámica vidriada e inscripciones en escritura cúfica (recta) o nasjí (cursiva).


Ataurique ( Granada )


Lacerías ( Alhambra, Granada )


Caligrafía Cúfica


Escritura Nasjí (La Alhambra)

La escultura y la pintura islámicas son escasas,  en La Alhambra de Granada hay dos curiosas muestras de ambas: los leones de la fuente del Patio de los Leones  y las pinturas de la Sala de los Reyes 

















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